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UNIDAD 4. Comentario paisaje físico

PAISAJES AGRARIOS DE ESPAÑA


PAISAJES AGRARIOS

Se nos presenta para comentar un MAPA de los Paisajes Agrarios de España. En él, a través de diferentes tramas (señaladas en la leyenda), se refleja la diversidad de paisajes y su ubicación
Realizaremos el Comentario siguiendo el siguiente procedimiento: presentación de los elementos formales, análisis de los datos insistiendo en las causas y consecuencias de la situación que refleja el gráfico. Finalizaremos con una breve exposición acerca del tema al que se hace referencia.

1.- Elementos formales
 
El mapa contiene los cinco paisajes agrarios señalados en diversas tramas. Destaca por su extensión el correspondiente al “interior peninsular” siendo el más concreto el de las Islas Canarias.
Todos los paisajes están insertos en un mapa provincial (trazos más claros) y autonómico (trazos más oscuros) de España lo cual debe facilitarnos la ubicación de cada uno de ellos.

 2.- Análisis

Las comunidades autónomas donde se localiza el paisaje agrario de la España húmeda (gris oscuro) son Galicia, Principado de Asturias, Cantabria, País Vasco, el norte de Navarra, Aragón, Cataluña, y Castilla y León. Es el dominio de la ganadería y la explotación forestal. Recibe la influencia del clima oceánico.
El paisaje de montaña húmeda (gris muy oscuro) se ubica en las crestas más elevadas de España, especialmente de la cordillera cantábrica, Pirineos y espacios del sistema central e Ibérico. Al igual que en la España húmeda es un espacio para la ganadería y explotación forestal. Recibe la influencia del clima de montaña.
El paisaje del interior peninsular (trama horizontal) abarca, sobre todo, ambas Castillas, centro y sur de Navarra, Álava, Aragón, Madrid y Extremadura. Predomina el secano extensivo (cultivo de cereal) y los regadíos mixtos (goteo y gravedad). Recibe la influencia del clima mediterráneo interior.
El paisaje denominado de la España cálida (trama vertical) abarca la franja litoral mediterránea, Baleares, parte del valle del Guadalquivir y un pequeño espacio de Badajoz. Es el espacio de los cultivos hortofrutícolas muy en consonancia con el clima del que recibe su influencia: mediterráneo de invierno suave.
Por último, debemos recoger el paisaje de Canarias (trama en gris claro), propio del archipiélago del mismo nombre. Es un espacio ocupado por regadíos litorales y secanos interiores aun cuando la diversidad de islas condiciona notablemente la uniformidad. Recibe el influjo del clima canario.

3.- Comentario y conclusión

Los paisajes agrarios se definen como la morfología que presenta el espacio rural. Resulta de la combinación del medio natural (factores físicos) con la actividad agraria practicada (factores humanos).

a-  Los paisajes de la España atlántica o húmeda

Comprende el norte y noroeste peninsular y algunas zonas montañosas del interior de los sistemas Ibérico y Central. El medio físico dominante es un relieve accidentado, con escasas superficies llanas. El clima es oceánico (abundantes precipitaciones a lo largo del año). 
El poblamiento es disperso (aldeas, parroquias y pueblos). El sistema de propiedad hace que las parcelas sean pequeñas (minifundios), cercadas por setos, de difícil mecanización y baja rentabilidad. La superficie dedicada al cultivo no es muy extensa.  Para corregir­lo, se ha impulsado la concentración parcelaria. El policultivo de épocas pasadas se ha ido sustituyendo por  huertas y plantas forrajeras (prados, alfalfa, maíz…)  para abastecer al ganado.
Esta actividad ganadera se ve favo­recida por las condiciones climáticas, por la demanda urbana de leche y de carne y por el éxodo rural. La ganadería presenta un sistema semiestabulado y predominio de pequeñas y medianas explotaciones que dificultan la modernización y competitividad necesaria para su desarrollo y adecuación a las exigencias de la Comunidad  Europea.

 b.- El paisaje agrario del interior peninsular

Ocupa ambas mesetas  y la depresión del Ebro. El medio físico se caracteriza por la elevada altitud media que presenta la Meseta y un clima Mediterráneo continentalizado con  pocas precipitaciones estivales y riesgo de  heladas  perjudiciales para el cultivo. El poblamiento es concentrado  (pequeños pueblos en la submeseta norte y valle del Ebro y grandes en mitad sur).
La estructura agraria se caracteriza por la migración. El sistema de propiedad es variado: el minifundio domina en el valle del Duero y en los regadíos del Ebro; las  grandes propiedades  en Salamanca, Burgos, Castilla-La Mancha y los secanos de Extremadura y Aragón. Los usos del suelo son variados combinándose la ganadería extensiva con la agricultura extensiva y la explotación forestal.
La agricultura ocupa el 44% de la superficie y presenta claras dife­rencias entre las áreas de secano y de regadío. El secano domina en los páramos y campiñas meseteñas y en las áreas no regadas del valle del Ebro. Se dedica a cultivos extensivos protagonizados por la llamada “trilogía mediterránea”: cereales, vid y olivo. 
La ganadería  (extensiva e intensiva) tiene importancia en ciertas zonas (Valle del Duero, Pirineos aragonés, montes de león…).  La explotación forestal únicamente tiene una importancia de peso en Soria. 


c- El paisaje agrario de la España mediterránea

Se localiza en la costa mediterránea y en zonas interiores que penetran por el valle del Guadalquivir y  en Baleares. El medio físico es accidentado (llano en la costa y  montañoso en el interior). El clima dominante es el Mediterráneo de invierno suave.
La estructura agraria se caracteriza por una población numerosa. Los poblamientos son principalmente concentrados. La propiedad en Valencia y Murcia es pequeña y mediana, en Cataluña mediana y en Andalucía grande.
La agricultura presenta una clara diferenciación entre cultivos de re­gadío y de secano. Los cultivos de regadío se ven favorecidos por las suaves temperaturas, la elevada insolación, la protección del relieve, la existencia de suelos apropiados y una importante demanda internacional de elevado poder ad­quisitivo. Los cultivos de secano se dan en las campiñas del valle del Guadal­quivir y en las zonas prelitorales. En ellos dominan los cereales, la vid, el olivo y el almendro.
Las ganaderías bovina y porcina son mayoritarias en Cataluña gra­cias a la demanda urbana; la ovina y caprina; y en Andalucía bovina para lidia, ovina y caprina, con rebaños de reses bravas en las orillas del Guadalquivir.

d.- El paisaje agrario de montaña

El paisaje agrario de montaña presenta un medio físico con condiciones extremas, debido a la elevada altitud del relieve, las fuertes pendientes  y el clima dominante que en invierno deja precipitaciones en forma de nieve.
La estructura agraria presenta una población dispersa con muy bajas densidades, tendencia al despoblamiento y pequeña propiedad minifundista en parcelas cerradas y montes y praderas de titularidad pública municipal. El uso del suelo es muy diverso y complementario, con una agricultura en los valles de las montañas del norte (huertas y frutales adaptados a la montaña – manzanos- ), bancales con olivos, frutales y almendros en las del centro y sur, explotación forestal en las vertientes y pastos en las cumbres de aprovechamiento ganadero.
La ganadería pasta en régimen extensivo. En la montañas del norte se cria ganadería bovina u ovina. En la montaña mediterránea domina la ganadería ovina y, en menor medida, la caprina que practica una trashumancia local entre el valle y la cima.
La explotación forestal se centra en el aprovechamiento de la leña como combustible y de la madera de especies como el eucalipto, el cas­taño o el pino.

e.- El paisaje agrario de las islas Canarias

La topografía accidentada y los suelos volcánicos son, por lo general, las características más representativas del paisaje agrario de Canarias. Su clima es cálido y con pocas precipitaciones. Hay un retroceso de las actividades agrarias en beneficio del crecimiento del turismo.  En las zonas interiores más elevadas se dan pequeñas propiedades de secano o regadío para el autoconsumo y una producción pequeña de vid y patatas para el mercado. En las zonas litorales  con regadío hay  grandes explotaciones con monocultivo de plátano, tomate y patata extra temprana destinados a la exportación.
La estructura agraria presenta como característica más representativa el tener una población rural en retroceso por la atracción que ejercen so­bre ella las actividades del sector terciario (turismo). En esas poblaciones predomina el poblamiento concentrado en aldeas y caseríos. La propiedad agraria muestra importantes contrastes entre las pe­queñas propiedades de las zonas medias y altas y las grandes explota­ciones de los regadíos costeros. La superficie cultivada es reducida y adaptada a las condiciones naturales (relieve, falta de agua, viento y suelos volcánicos).
La ganadería ovina y caprina es escasa y está asociada a la agri­cultura, mientras que la explotación forestal ha utilizado la madera de los pinares, brezal y laurisilva.



COMENTARIO DE UN PAISAJE NATURAL, GEOGRAFÍA 2º BACHILLERATO

Esta imagen nos sirve para practicar el comentario de los paisajes naturales. No presenta dificultad, sólo tenéis que seguir paso a paso el esquema que viene en el libro:

Relieve. Formas del relieve (montaña, llanura, meseta, costa, etc); formas de modelado (granítico, calcáreo, arcilloso, erosión diferencial, etc).
Vegetación: Tipo (bosque, matorral, prado), especies, extensión, localización, etc.
Suelo: tipo, calidad, etc.
Aguas: tipo (mar, ríos, arroyos, acuíferos), localización, régimen y caudal de los ríos, etc.
Clima: En función de la vegetación, suelos, aguas, etc. Localización y características.

CONCLUSIÓN: TIPO DE PAISAJE, POSIBLE LOCALIZACIÓN, RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD HUMANA, ETC.







EJEMPLO DE COMENTARIO

En la imagen observamos que el relieve en primer plano podría ser principalmente horizontal, aunque al fondo se observa una cadena montañosa de cierta envergadura. Se aprecian valles que separan estructuras horizontales, originando lo que podrían ser llanuras suavemente onduladas (campiñas).

El área es arcillosa y se compone de rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. La roca predominante es la arcilla, lo que produce una erosión rápida debido a que es blanda. Otra forma de modelado típica de estas áreas son los badlands, con cárcavas o surcos estrechos y profundos separados por aristas. Se localiza en las depresiones del Ebro y Guadalquivir.

El paisaje vegetal es estepario, con escasa vegetación del tipo del matorral, formado por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos, bajos y discontinuos, que dejan al descubierto suelos pobres. Sus especies principales son el palmito, el tomillo, el espartal y el espárrago.

El suelo predominante es el gris subdesértico o serosem, de color gris claro, está siempre seco y es rico en caliza y muy pobre en humus, pues la vegetación que soporta es escasa y abierta, dejando grandes espacios sin cubrir. Su aprovechamiento es prácticamente nulo. En regadío es fértil, aunque se saliniza fácilmente debido a la alta evaporación.

La formación de ríos es inusual en una zona que alterna largos períodos secos y calurosos con otros de lluvias cortas y torrenciales. Es este caso, el agua de escorrentía desgasta intensamente las vertientes y forma ramblas que permanecen secas la mayor parte del año.

En vista del análisis de los elementos anteriores, podemos deducir que el clima correspondiente al paisaje de la imagen es el mediterráneo estepario o subdesértico, que se encuentra principalmente en zonas del sureste peninsular y del valle medio del Ebro.

Sus precipitaciones son muy escasas, entre 150-300 mm., mientras que las temperaturas configuran veranos cálidos e inviernos suaves, con una amplitud térmica moderada en las proximidades de la costa. Hacia el interior los inviernos son fríos y la amplitud térmica más elevada.

En el sureste peninsular la aridez se debe a que la zona se encuentra protegida de las borrascas atlánticas por los relieves de las cordilleras Béticas, llegan con dificultad las borrascas mediterráneas, y a que son relativamente frecuentes las masas de aire secas procedentes de África. De hecho, en el cabo de Gata encontramos un clima ya desértico. El máximo de precipitaciones se produce en otoño.

En la zona media del valle del Ebro, la aridez se debe al encajamiento entre montañas. El Sistema Ibérico actúa como barrera frente a las borrascas atlánticas y la Cordillera Costero-Catalana frena la influencia del Mediterráneo. El máximo de precipitación se produce en la primavera.

En cuanto a la influencia del paisaje en las actividades humanas podemos destacar que:

El relieve no es favorable para los asentamientos ni los cultivos, por las condiciones del terreno inestable y seco.

La escasa vegetación, posiblemente degradada por la acción humana, no aporta demasiados recursos, y tampoco evita la erosión del suelo, además de resultar poco favorable a las actividades agrarias.

El clima seco, cálido y con mucha insolación podría favorecer en cambio, la producción de energías renovables (solar) y también las actividades relacionadas con el ocio y el turismo (con suficiente disponibilidad de agua). 





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